El Puente del Duque

El Puente del Duque

imagen
El Puente del Duque
Anónimo
Anónimo
Lectura estimada: 2 min.

Pero el pino común es el principal protagonista del paisaje; es un árbol de tronco recto y ramaje escalonado que ha propiciado a lo largo de los años su aprovechamiento para la industria de muebles y como elemento de construcción de suelos, porches o cubiertas; también como combustible para dar calidez a la sobremesa del invierno y a la charla amistosa hasta la madrugada.

Los pinares pueblan la vaguada y perfilan las laderas del río Tormes, cuyas aguas frías y transparentes, camino de su encuentro con el río Tajo, invitan en verano al sosegado baño y en otras estaciones a la pesca. Bajo el puente, el agua parece negra, como si su profundidad avisara del peligro, pero sólo unos metros, cauce arriba, el agua se remansa y el sol calienta pozas donde se puede practicar sin ningún riesgo la natación.


Un camping junto al Puente del Duque y las piscinas naturales atrae a numerosos visitantes en verano y ha regulado la acampada libre que tanto daño ha hecho habitualmente a la flora y fauna de la zona. Los flujos incontrolados de turistas generan una contaminación de residuos, un desgaste de los suelos naturales; por eso, el vallado de zonas y la prohibición de algunos accesos son medidas que contribuyen a cuidar el espacio colectivo y a evitar uno de los peligros más comunes de nuestros veranos: los incendios, sobre todo en épocas como la actual en la que la prolongada sequía ha secado la vegetación de hierbas y pastos.

En esta zona comienza el Parque Regional de la Sierra de Gredos, un espacio protegido, del que no tardaremos en ocuparnos en este blog, creado para hacer compatible el ocio y el tiempo libre con el disfrute de la naturaleza.

Hay dos épocas en las que el Puente del Duque se muestra al visitante con todo su esplendor: en invierno, cuando la nieve cubre las alturas de la sierra y sobre los pinares se difunde un limpio fondo de blancura, y en verano, cuando la brisa de los atardeceres refresca de las altas temperaturas del verano continental. En cualquiera de esas dos épocas, una estampa de calma y verdor, una mirada al río de Heráclito que pone en nuestros sentimientos un velo de melancolía: todo fluye y nada permanece.

JOSÉ LUIS MORANTE

Últimas noticias de esta sección

0 Comentarios

* Los comentarios sin iniciar sesión estarán a la espera de aprobación
Mobile App
X

Descarga la app de Grupo Tribuna

y estarás más cerca de toda nuestra actualidad.

Mobile App