El Ayuntamiento de Ávila ha cifrado en 1.500.000 euros los daños sufridos por inundaciones que agectaron a la zona sur de la ciudad amurallada por las crecidas de los los cauces de los ríos Adaja y Chico por las borrascas Jana y Martinho el pasado mes de marzo.

Así lo ha anunciado el portavoz del equipo de Gobierno en el Consistorio de la capital abulense, José Ramón Budiño, en la la rueda de prensa celebada tras la Junta de Gobierno Local en la mañana de este jueves, un informe elaborado por los diferentes servicios municipales.

El informe ya se ha trasladado a la Diputación Provincial, administración que es la encargada de canalizar dicha información a la Subdelegación del Gobierno en Ávila, ha añadido Budiño.

Los cauces de los ríos Adaja y Chico y su entorno urbano han sido los más perjudicados por las inundaciones provocadas por el desbordamiento de los ríos Adaja –y sus afluentes Chico y Gemiguel- y Voltoya, con daños por más de 400.000 euros, mientras que zonas afectadas directamente por las inundaciones, como la pista del skate park, que también quedó inundada, además del mobiliario urbano y la zona de juegos infantiles, suman daños por 140.000 euros.

A más de 210.000 euros, igualmente, ascienden los daños provocados por las lluvias en caminos y caminos rurales de la ciudad amurallada y los barrios anexionados, de la misma forma que la reparación de los daños registrados en la plaza de toros y su entorno, incluida la Cubierta Multiusos, que también sufrieron la inundación, supondrán más de 200.000 euros.

Actuaciones

En conjunto, se han valorado más de una veintena de actuaciones que tendrán que acometerse en diferentes espacios, infraestructuras y elementos de mobiliario, alumbrado, cerramientos o jardines y espacios verdes.

En este sentido, ya en el Pleno del Ayuntamiento de Ávila correspondiente al mes de marzo, se aprobó una declaración institucional para solicitar al Gobierno de España la declaración de Zona afectada gravemente por una emergencia de Protección Civil tras las inundaciones.

En la declaración, se hacía referencia a la situación "excepcional" causada por las consecuencias que dejaron durante el mes de marzo una cadena de borrascas que acarrearon fenómenos meteorológicos adversos como fuertes vientos y precipitaciones, pero también deshielo y crecida del río Adaja y sus afluentes Chico y Gemiguel, así como del Voltoya, que provocaron, entre otras consecuencias, inundaciones en la zona sur de la ciudad.

El impacto de las borrascas, se adelantaba en la declaración, tuvo efectos en "parques y jardines de la ciudad, así como en inmuebles, mobiliario urbano, instalaciones deportivas, calles, comercios, instalaciones de suministros y terrenos colindantes".