circle

La UCAV celebra la VI Jornada de Conservación de la Naturaleza Objetivos 2030

Bajo el título 'La conservación de la Naturaleza en una década clave'.

La UCAV celebra la VI Jornada de Conservación de la Naturaleza Objetivos 2030
Lectura estimada: 4 min.

 La Universidad Católica de Ávila (UCAV), en colaboración con el Comité Español de la Unión Internacional en Conservación de la Naturaleza, ha celebrado esta mañana la VI Jornada de Conservación de la Naturaleza “Objetivos 2030: La conservación de la Naturaleza en una década clave”.

 

El acto ha estado inaugurado por José Antonio Calvo, vicerrector de investigación de la UCAV; Roberto Lozano Mazagatos, presidente de CeUICN; Fernando Herráez, director de la Cátedra CeUICN de la UCAV, y José Francisco Hernández, delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Ávila.

 

El evento, que ha se ha podido seguir tanto de manera presencial como online a través del canal de streaming de la Universidad, ha contado con una buena acogida por parte de los asistentes.

 

En la Jornada, que ha tenido ponentes de gran relevancia internacional, se han abordado temas que, tal y como explicaba Fernando Herráez, han ido de lo más general a lo más específico. Ponentes que han tratado la conservación de la biodiversidad y sus programas a nivel internacional, europeo y nacional.

 

“El nuevo reto es el 2030 donde se abordarán, no solamente temas ambientales, sino también económicos y sociales. Debemos afrontarlos de una manera positiva, constructivas y muy proactivas”, ha sentenciado Roberto Lozano Mazagatos, presidente de CeUICN, quien ha puesto de manifiesto que, desde una ciudad pequeña como Ávila, se pueden realizar actuaciones directas para cambiar las relaciones con el planeta.

 

Marco Global

 

La primera en inaugurar esta jornada ha sido Sonia Peña, directora del Centro de Política Internacional de la UICN, en la que ha realizado un repaso general sobre el proceso que se está llevando a cabo para diseñar y adoptar un Marco Global para la Conservación de la Biodiversidad después del año 2020, siendo un marco de política ambiental apto para propósito.

 

En ella, también ha expuesto dónde se encuentra la negociación de ese Marco Global, en qué consiste, cuáles son los puntos clave a considerar, de dónde viene el mandato para negociar ese nuevo marco y qué puntos quedan por hacer, entre los que se encuentran la comunicación. Y es que, como ha indicado Peña “hay que comunicar el riesgo que estamos tomando como humanidad al destruir la naturaleza como lo estamos haciendo, sin parar, y no devolviendo a la naturaleza lo que nos da, como en seguridad alimentaria, el agua que tomamos o el aire que respiramos”. Tal y como ha mencionado la directora del Centro de Política Internacional de la UICN, otro de los puntos en los que se debe hacer hincapié es la implicación juvenil. Según Sonia Peña, es habitual ver jóvenes muy comprometidos con el cambio climático, pero no tanto con la conservación de la naturaleza.

 

Ha continuado la jornada Alberto Arroyo, director de política y programa de la Oficina Europea de UICN, con una ponencia titulada “Objetivos para la Biodiversidad 2030: nuestra acción europea”. Y es que en palabras de Arroyo el foco de UICN “es la política europea porque afecta tanto a los países de la Unión Europea como los países periféricos que tienen cierto interés en las relaciones con la Unión Europea”.

 

Una charla en la que ha analizado el plan de trabajo para 2021-2024 basado en el programa naturaleza 2030 lanzado en el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN en Marsella. Un plan elaborado a través de amplias consultas con los miembros de la UICN, las Comisiones y con la Secretaría. Todo ello, con el objetivo de incrementar la cooperación con la oficina de la UICN en el Mediterráneo (Málaga) y la oficina situada en Belgrado.

 

Por su parte, Tania López-Piñeiro, subdirectora adjunta de Biodiversidad Terrestre y Marina del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha reflexionado sobre los retos en materia de biodiversidad para esta década, así como las prioridades sobre este tema, para lo que ha realizado un recorrido por algunas de las líneas de actuación en marcha.

 

Posteriormente, ha sido el turno de Eduardo de Miguel Beascoechea, gerente de la Fundación Global Nature, quien se ha encargado de tratar el impacto del actual modelo de transición energética sobre la biodiversidad. En su ponencia ha indicado que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 prevé una potencia total instalada en el sector eléctrico de 157 GW, de las cuales 50GW serán energía eólica y 37 GW solar fotovoltaica. Además de profundizar en minimizar estos impactos, fomentar la producción descentralizada y ordenar adecuadamente el desarrollo de energías renovables, es fundamental aplicar de manera sinérgica y a escala de paisaje el conjunto de medidas compensatorias a las que está obligado el sector.

 

Tras el descanso, Andrés Alcántara, del Centro de Cooperación del Mediterráneo UICN, junto con Verónica Ruiz, responsable del programa de Soluciones Basadas en la Naturaleza de la UICN, han abordado las correcciones basadas en la naturaleza, implementadas a través de la restauración y la mejora de la conservación de ecosistemas como bosques, humedales y praderas marinas que puedan ayudar a las comunidades a abordar la crisis climática y de la biodiversidad, así como las necesidades sociales en una era posterior al Covid-19.

 

Ponencias

 

En esta ponencia se ha puesto de manifiesto que los bosques y otros tipos de vegetación ayudan a bajar la temperatura del aire en las zonas urbanas o estabilizar las pendientes. También que los humedales pueden regular las inundaciones y el aumento del nivel del mar, entre otras cuestiones. Estas soluciones tienen como objetivo generar empleo local y nuevas oportunidades económicas de manera justa y equitativa.

 

Finalmente, Jorge Mongil, doctor Ingeniero de Montes, profesor y director de grupo de investigación de Hidrólogía y Conservación de Aguas y Suelos de la UCAV, ha tratado los efectos de los incendios forestales sobre el suelo, cuya gravedad dependerá del tipo de incendio y de las temperaturas alcanzadas. La fertilidad, el contenido en carbono orgánico y en nitrógeno, las propiedades microbiológicas y bioquímicas, la porosidad, la textura, la estabilidad de los agregados, la hidrofobicidad y la infiltración son las principales propiedades del suelo más afectadas.

 

Además, las pérdidas por erosión suelen ser importantes a corto o medio plazo, pudiendo potenciarse, en determinadas situaciones, procesos de desertificación debido a la pérdida de la protección que ofrece la vegetación forestal, tal como ha señalado el profesor de la UCAV.