Los profesionales de la salud explican que el cambio físico no depende tanto de la intensidad del ejercicio como de su regularidad
Propósito de año nuevo: los médicos sugieren plantearse metas realistas, eficaces y sostenibles en el tiempo
Los profesionales de la salud explican que el cambio físico no depende tanto de la intensidad del ejercicio como de su regularidad
Subir escaleras, levantarse con frecuencia, caminar trayectos cortos o dar un poco más de ritmo a las tareas domésticas son algunos de los hábitos realistas y eficaces que proponen los profesionales de la salud, frente a ambiciosos propósitos de nuevo año, tales como hacer mucho ejercicio físico.
La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef) propone a la ciudadanía comenzar 2026 con un cambio de mirada sobre la salud y el ejercicio físico: abandonar los propósitos de nuevo año irreales y las metas excesivamente ambiciosas que suelen acompañar al mes de enero y empezar por una estrategia más realista, eficaz y sostenida basada en micromovimientos diarios.
Moverse más a través de un conjunto de pequeños movimientos diarios para reducir el sedentarismo, preservar la independencia y evitar limitaciones físicas que desembocan en discapacidad, esa es la sugerencia de los sanitarios recogida por la Agencia EFE.
Los médicos rehabilitadores consideran que esos gestos constantes son el mecanismo más realista para adoptar hábitos sostenibles y creen que adoptar este enfoque es especialmente necesario en España, donde el 80% de la población no cumple las recomendaciones de actividad física de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Bajo el lema 'Cada movimiento cuenta', la SERMEF quiere "impulsar una estrategia sencilla y accesible: integrar acciones cotidianas que eleven el nivel de actividad física de forma paulatina pero constante".
Advierten de que el sedentarismo, impulsado por largas jornadas frente a pantallas o periodos prolongados en el sofá, está directamente relacionado con el incremento de enfermedades crónicas y el desarrollo de limitaciones que pueden desembocar en discapacidad. "Aunque modestos, estos cambios, repetidos con frecuencia, ayudan a aumentar la movilidad, reforzar la musculatura, mejorar la salud cardiovascular y favorecer la autonomía funcional".
Tres semanas son un hábito
Desde la Sociedad Española de Rehabilitación recuerdan que, "una vez interiorizado y puesto en marcha el objetivo de moverse más mediante los micro-movimientos, se debe distinguir entre actividad física y ejercicio físico, dos términos que suelen confundirse pero que cumplen funciones complementarias".
"La actividad física incluye cualquier movimiento que suponga un gasto de energía, como caminar, subir escaleras, o realizar tareas del hogar. El ejercicio, por su parte, es una actividad planificada y estructurada con un propósito concreto como mejorar la resistencia o fortalecer los músculos. Ambos son necesarios y la combinación equilibrada de los dos es la opción más efectiva para proteger la salud", subrayan.
Para consolidar estos hábitos, los médicos rehabilitadores recuerdan una guía sencilla: "Tres días son una motivación, tres semanas son un hábito y a los tres meses se obtienen resultados".
"Esta progresión muestra que el verdadero cambio no depende de la intensidad, sino de la regularidad. Incluso quienes parten de un nivel muy sedentario pueden obtener beneficios claros siguiendo este patrón", concluyen.
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