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La exposición 'Banderas Históricas de España' recorrerá Sotillo de la Adrada y Navaluenga
La muestra reúne 24 piezas que ilustran la evolución de los símbolos militares españoles
La Subdelegación de Defensa en Ávila, junto a los Ayuntamientos de Sotillo de la Adrada y Navaluenga, organizará durante noviembre y diciembre la exposición ‘Banderas Históricas de España’.
La primera parada será en el salón de plenos del Ayuntamiento de Sotillo, donde permanecerá entre el 4 y el 21 de noviembre. El 6 de noviembre tuvo lugar el acto inaugural con la presencia del alcalde, miembros de la corporación local, representantes de municipios cercanos y numerosos asistentes. La presentación corrió a cargo del subdelegado de Defensa en Ávila.
Tras su estancia en Sotillo, la muestra se trasladará a Navaluenga, donde podrá visitarse del 24 de noviembre al 12 de diciembre.
La colección procede del Instituto de Historia y Cultura Militar del Ejército de Tierra y ha sido elaborada en seda por el Parque y Centro de Material de Intendencia. La exposición se compone de 24 reproducciones de banderas, estandartes, guiones y pendones, que permiten seguir la evolución de la enseña nacional desde el Pendón Real de los Reyes Católicos hasta las banderas actuales utilizadas en los regimientos del Ejército de Tierra. Entre ellas se encuentran insignias de la época imperial de Carlos I y Felipe II, de los Tercios, de regimientos históricos, unidades montadas y periodos republicanos y dictatoriales.
El recorrido subraya cómo los vexilos, desde tiempos romanos, han servido para identificar grupos, inspirar a los combatientes, acompañar a los caídos y encarnar valores comunes.
La Bandera de España, tal como recuerda la Constitución y la Ley 39/1981, "Simboliza la nación; es signo de la soberanía, independencia, unidad e integridad de la Patria y representa los valores superiores expresados en la Constitución". Por ello, su significado trasciende ideologías y representa un patrimonio compartido.
El origen del actual diseño se remonta a una situación naval durante la dinastía borbónica. La bandera blanca con escudo utilizada en los buques españoles coincidía con la de otras potencias, dificultando su identificación en combate. Para evitarlo, Carlos III encargó al ministro de Marina, Antonio Valdés, propuestas de nuevos modelos. De los 12 diseños iniciales, el monarca seleccionó dos y finalmente se decidió por el de colores rojo y amarillo, ajustando la proporción de las franjas. La orden quedó recogida en el Real Decreto del 28 de mayo de 1785, fecha que marcó el comienzo de su uso en la Armada. Posteriormente, durante la Guerra de la Independencia, el diseño ganó difusión y, el 13 de octubre de 1843, Isabel II lo declaró Bandera Nacional. La única variación histórica relevante llegó con la Segunda República (1931-1939), que añadió una franja morada.









