El técnico recalca la importancia de no confiarse pese a dos victorias seguidas
El Real Ávila prepara su salida a Langreo con concentración y cuidado emocional
El técnico recalca la importancia de no confiarse pese a dos victorias seguidas
El Real Ávila afronta su primera salida de la temporada con seis puntos en el casillero y dos victorias consecutivas. Sin embargo, su entrenador, Marc García, no ha querido que el buen arranque lleve al equipo a la confianza excesiva. "Muy alerta y muy atentos a lo que pueda venir. Dos victorias seguidas muchas veces pueden llevar a la relajación, a la mediocridad y no me gustaría que eso pasara", ha advertido.
El técnico ha insistido en que el Langreo, su próximo rival, no refleja en la clasificación el nivel de su plantilla, "la tabla no hace justicia con el fútbol que han hecho hasta ahora. Haríamos muy mal en infravalorar a un rival que tiene tres, cuatro jugadores que han jugado en Primera División".
García se ha mostrado autocrítico pese al pleno de triunfos, "a mí el equipo no me ha gustado demasiado en lo futbolístico... en el momento con balón tenemos mucho todavía por mejorar". Aun así, ha destacado que "competimos muy bien, somos un equipo muy incómodo de enfrentar" y ha alertado de que "si el Real Ávila pierde eso vamos a convertirnos en un equipo muy mediocre".
Entre los aspectos positivos, el entrenador ha valorado la aportación coral en ataque, "Cinco goles, cinco autores diferentes, tenemos facilidad no solo para convertir sino también para generar". Una señal que, a su juicio, refuerza el potencial del grupo, "en el momento que seamos mejores con balón vamos a ser un equipo que convierta mucho".
De cara al partido en Langreo, ha subrayado la necesidad de controlar las emociones, "no creo que el hecho de meterles un gol les vaya a afectar especialmente. Van a seguir haciendo su trabajo y puede que incluso eso les llegue hasta a espolear".
Sobre la juventud de la plantilla del Real Ávila, García ha asumido que supone un doble filo, "la gestión de las emociones va a ser un hándicap... pero por otro lado te da mucha energía, mucha vitalidad". En ese sentido, ha destacado que "en los últimos 20-30 minutos éramos un equipo que apretaba, que metía al rival en su campo solo por despliegue físico".
El técnico ha celebrado además la buena sintonía del vestuario, "tengo la sensación desde el primer día de que se han generado ciertos vínculos con facilidad y evidentemente no es casualidad".
Sobre el Langreo, no ha dudado en definirlo como un rival de gran calidad ofensiva, "normalmente en su 4-4-2 los dos delanteros han jugado en Primera División".