El nuevo presupuesto reduce ayudas hasta un 25%, fusiona pilares y deja a los países la gestión, provocando rechazo de gobiernos, agricultores y ecologistas
La Comisión Europea recorta y reestructura la PAC y pone al campo en pie de guerra
El nuevo presupuesto reduce ayudas hasta un 25%, fusiona pilares y deja a los países la gestión, provocando rechazo de gobiernos, agricultores y ecologistas
La propuesta presupuestaria de la Comisión Europea (CE) ha vuelto a revolver al campo porque desmantela la Política Agraria Común (PAC) y abre una larga negociación con muchos frentes sobre el futuro de las ayudas a los productores y a las zonas rurales.
El sector agrario ha recibido como "la peor de las reformas" la propuesta del Marco Financiero Plurianual 2028-2034, porque aparte de recortes plantea desmantelar la PAC actual y un paso atrás en los 63 de esta política que ahora representa un 33% del presupuesto europeo.
Rechazada por el Gobierno, los ambientalistas y las comunidades autónomas, la propuesta choca con la declaración de intenciones del equipo de la CE tras las tractoradas, que podrían reactivarse en otoño.
Estas son sus claves y sus incógnitas:
Las propuestas
La gran novedad es un 'megafondo' que engloba políticas como la PAC, los fondos regionales o la pesca; se accederá a sus ayudas mediante planes nacionales y regionales que elaborarán los países y después evaluará la CE.
La PAC se reforma y se fusionan sus dos pilares, el de ayudas directas y el de desarrollo rural.
El primer pilar incluye los pagos directos; el de desarrollo rural medidas cofinanciadas por los Estados miembros para actividades distintas o complementarias a la agricultura.
Números
Para 2028-2034, la CE destina "como mínimo 300.000 millones de euros" para ayudas agrícolas, el 80% del presupuesto actual y los países pueden dotar sus sobres con más ayudas; respecto al marco actual, la partida baja entre un 20% y un 25%, pero aparte hay que analizar la asignación por países.
España dispondrá de 79.900 millones para distribuir entre fondos regionales, pesca y ayudas agrícolas, casi un 20% menos de lo asignado en el periodo actual; está por ver cuál es el porcentaje exacto de recortes de lo que llegará el campo.
En el marco actual, España es el tercer beneficiario de la PAC, con 7.724 millones anuales y 47.700 millones para 2021-2027.
La pelota a los países
El investigador y experto en PAC, Tomás García-Azcárate, afirma, en declaraciones a Efeagro, que, "siendo optimista", para evitar el recorte haría falta la capacidad en los países para presentar proyectos suficientes.
En su opinión, la propuesta es "contrarrevolucionaria y un paso atrás"; opina que traslada "el problemón de Bruselas a los Estados miembros", como ha ocurrido con los planes estratégicos nacionales de la actual PAC, en la que los países tienen más responsabilidad.
A su juicio, esto sería bueno si hubiera "medios" en la CE para "corregir" cuando un país "desvaría" y, por otro lado, el plan estratégico ya ha demostrado las complicaciones burocráticas.
Por otra parte, ha lamentado el "golpe institucional" porque el Parlamento Europeo ve recortado su poder de decisión, que ganan el Consejo de Ministros (Gobiernos) y la CE, porque los programas nacionales se escapan de la Eurocámara.
Ante esta situación, será difícil aplicar el nuevo sistema en 2028; también hay dudas sobre los ingresos presupuestarios, algunos no existen como el que se pretende imponer al tabaco.
Largo camino
La propuesta augura una negociación de dos años; la Eurocámara ya ha aprobado un informe, con la española Carmen Crespo como ponente, a favor del presupuesto y la independencia de la PAC.
España y otros 19 países han reivindicado una PAC fuerte; el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha rechazado las nuevas cuentas y las organizaciones agrarias han anunciado que volverán a movilizarse.
García-Azcárate augura tres batallas: con la Eurocámara; en el Consejo -entre países- y una tercera, la nacional, cuando dentro del fondo común haya que conseguir que no se pierdan programas rurales en la España despoblada.
Respecto a las movilizaciones, concluye: "Hoy en día los agricultores tienen más razones que hace dos años para salir a la calle".
El desarrollo rural
El desarrollo rural ha desaparecido de la arquitectura de la PAC pero habrá que ver cómo se refleja en las inversiones.
Para García-Azcárate, la inquietud está en que si una Administración tiende a reducir el esfuerzo, "entre una gran obra, una carretera, un aeropuerto, que mueven mucho dinero y proyectos de desarrollo rural que implican pequeñas cantidades y muchos controles", las administraciones optarán por lo fácil.