Soraya Blázquez, procuradora socialista en las Cortes de Castilla y León, se solidariza con los trabajadores de la residencia juvenil y albergue Arturo Duperier y reclama a la Junta "que los escuche y actúe sin demora para poner fin a la sobrecarga de trabajo y a las malas condiciones laborales del personal de este centro" radicado en la capital abulense.

"En la residencia conviven estudiantes y menores en situación de protección que requieren una atención especial", subraya la procuradora socialista para, a continuación, pedir al gobierno autonómico que asuma con responsabilidad principios mínimos de cualquier criterio de cobertura, como son que "los recursos residenciales dispongan de un plantilla suficiente para poder prestar una atención individualizada y de calidad, y la estabilidad del personal".

Los trabajadores de la residencia juvenil y albergue Arturo Duperier han protagonizado recientemente una protesta para denunciar la falta de personal y la sobrecarga de trabajo que sufren desde la unificación de los servicios de residencia juvenil, centro de menores y albergue en el mismo edificio.

Para Soraya Blázquez, el problema de esta residencia juvenil remite a un defecto global en la gestión de las ratios asistenciales y pone como ejemplo el retraso de la Junta en fijar la proporción de profesionales en las residencias. Blázquez, que es portavoz de Familia del Grupo Socialista en las Cortes autonómicas, recuerda que ya hay más de 200 sanciones a causa de esas demoras.

Así lo señaló el pasado martes en una comparecencia ante la prensa junto a la viceportavoz del Grupo Socialista, Nuria Rubio. Soraya Blázquez censura que la Junta no especifique cuántos profesionales son necesarios para atender a los mayores en las residencias más allá de "la venta de humo" de una Ley de Residencias, que aún no se ha desarrollado.

"Una ley que, tanto por parte del señor Mañueco como de la consejera repiten como un mantra", ha criticado la procuradora abulense, para insistir en que no se conocen los ratios que tienen las residencias y centros de día de Castilla y León.

En esta materia –remarcó- la Junta lleva a cabo "su estrategia de siempre: venta de humo, en un envoltorio muy bonito", pero sin decir cuántos profesionales son necesarios para atender a los mayores.