El director técnico de extinción del fuego de Cebreros, Ángel Iglesias, ha calificado el incendio de "absolutamente impredecible" por los cambios en la dirección del viento y ha estimado que ya son 4.000 las hectáreas quemadas.

"El viento está haciendo de las tácticas un laberinto para la gente y para las estrategias de qué hacer, porque tan pronto va en una dirección como en otra", ha declarado a los periodistas, porque "el martes por la noche el fuego saltó la carretera que va a la localidad madrileña de Valdemaqueda, cuando en la mañana del miércoles va en contra otra vez hacia El Hoyo de Pinares".

"Nos está obligando constantemente a modificar estrategias y a desplazar medios de unos sitios a otros", ha lamentado Iglesias, que estima que en la última jornada han aumentado en 500 hectáreas la superficie quemada sobre la cifra que dio ayer y se elevan a 4.000 las afectadas desde el sábado.

En todo caso hay zonas del perímetro que pueden haberse quemado sin calcinar, debido a que "la zona permite que el fuego se detenga en viñas que están más limpias, paredes de piedra o incluso en zonas arboladas en las que el fuego ha pasado por debajo".

"Hasta ahora, cuando hemos empezado a liquidar en algún punto nos hemos tenido que ir a extinguir a otros por esos cambios tan bruscos de la dirección del viento y rachas bastante fuertes".