Las felicitaciones de Navidad de Alfonso XIII y Victoria Eugenia que se custodian en el Archivo General de Palacio

Entre los cientos de documentos, felicitaciones del majarahá de Kapurthala, el presidente Herbert Hoover y el papa Benedicto XV

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Las felicitaciones de Navidad de Alfonso XIII y Victoria Eugenia que se custodian en el Archivo General de Palacio
Felicitación navideña enviada por las hermanas de Alfonso XIII. (Foto: EFE)
Cristina Lladó
Lectura estimada: 4 min.

Entre los miles de documentos y fotos que custodia el Archivo General de Palacio se encuentran cientos de felicitaciones y calendarios navideños que las casas reales, nobles europeos y americanos ilustres enviaban a los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, incluidos el majarahá de Kapurthala, el presidente Herbert Hoover y el papa Benedicto XV, relata EFE. 

La idea de felicitar la Navidad mediante una tarjeta ilustrada se le ocurrió en 1848 al británico Henry Cole, primer director del Victoria and Albert Museum de Londres. Abrumado por la cantidad de correo atrasado y felicitaciones a las que debía responder, pidió que le imprimieran mil tarjetones con un dibujo de su familia en un banquete.

La idea prendió por toda la sociedad victoriana, pasó al continente y a sus casas reales y hasta Estados Unidos, donde la idea cuajó y se democratizó, explica a EFE la archivera de Palacio María José Pelayo.

También ese año fue el primero que, por orden de Isabel II, el Palacio Real de Madrid montó su gran nacimiento con figuras napolitanas en una de las salas públicas para que pudiera ser disfrutado por todos.

Unos años más tarde, en 1902, el árbol de Navidad hizo su aparición en España de la mano de Sofía Troubetzkoy, una princesa rusa casada con el marqués de Alcañices, quien se hizo traer un abeto de los bosques de Valsaín para ser decorado, siguiendo la tradición de los países nórdicos.

Volviendo a los 'christmas', entre las maravillas seleccionadas por la archivera de Palacio destaca una fotografía pintada de una mujer que luce una flor en el cabello y un precioso mantón, además de unos espectaculares pendientes de esmeraldas.

Es Piedita Yturbe, una dama de la alta sociedad, madre de Alfonso de Hohenlohe, el "inventor" de Marbella, y quien felicita a los reyes con un '¡Viva España!' en 1919.

Mr. y Mrs. Berry Wall felicitaban a la reina Victoria Eugenia cada año con una foto acompañados de su perro chow-chow, por ejemplo, haciéndole posar como uno más de los leones de la fuente del Patio de los Arrayanes de La Alhambra, relata EFE. 

Otro que felicitaba las Navidades a los reyes año tras año era el maharajá de Kapurthala, Jagajit Singh, un príncipe indio invitado a la boda de Alfonso XIII, quien a su paso por Madrid, quedó prendado de la bailarina de cuplés Anita Delgado, a quien pidió reiteradamente matrimonio hasta que finalmente logró convertirla en su quinta esposa.

También el presidente de Estados Unidos Herbert Hoover envía sus felicitaciones en 1930, como hacen numerosos americanos de la alta sociedad. Todos con tarjetones y texto en inglés.

A todos responde el rey Alfonso, como atestiguan larguísimos documentos que recogen con detalle su respuesta y la ilustración elegida. Muchas son monumentos y parajes como El Escorial, el Palacio de Aranjuez o la catedral de Burgos, en un intento por promocionar España como destino de los grandes viajes de la época.

El rey con diferentes uniformes militares, grandes buques de la Armada española, como el crucero Príncipe Alfonso, o imágenes más peregrinas, como la foto de un gato, ilustran las notas de agradecimiento del rey. Respuesta más sobria recibe el papa Benedicto XV por su telegrama de felicitación y su bendición apostólica.

Entre todos estos documentos y buenos deseos navideños, el Archivo de Palacio guarda una maravillosa foto de un grupo de soldados, en mitad de la nieve, en plena I Guerra Mundial, sacando paquetes de un gran saco.

Foto (c-i, abajo) de un grupo de soldados, en mitad de la nieve, en plena I Guerra Mundial, sacando paquetes de un gran saco. (Foto: EFE)

El reverso de la imagen reza: "El correo de Navidad recibido con alegría en el Frente Occidental".

La foto se halló junto a un misterioso sobre traspapelado en la Mayordomía Mayor de Palacio y fechado en 1915, que contenía una veintena de postales de felicitación navideña dirigidas a prisioneros alemanes presos en el norte de Francia.

El remitente, Paul Steinfeldt, segundo oficial del vapor Grete Gords, las envía a Palacio sabedor de los esfuerzos humanitarios de Alfonso XIII durante la I Guerra Mundial, y le explica, en perfecto español y desde Avilés, que se trata de unas postales "arrojadas, entre otras muchas, en el suelo de una cervecería de un puerto francés", donde fueron recogidas por unos tripulantes de un vapor holandés.

Los holandeses se las entregan a Steinfeldt por ser el "primer súbdito alemán a quien han tenido ocasión de hacerlo" y él se las envía al rey, "conocedor de los sentimientos de humanidad que le inspiran siempre", para que se las haga llegar a los prisioneros.

El broche final de este viaje por el archivo es una carta entrañable: la de la niña Valeria Andmoore, estadounidense de 9 años, que escribe directamente al rey para pedirle que le ponga en contacto con un vendedor de postales bonitas de España y, como muestra de sus buenas intenciones, incluye una moneda de 10 céntimos para los sellos de la respuesta real.

Unas semanas más tarde, llega a Palacio la segunda carta de la niña, que agradece a Alfonso XIII que le haya enviado él mismo unas postales "very beautiful", que disfrutará mucho y que, "cuando sea una señora muy mayor" y las vea, seguirá acordándose del "simpático rey del otro lado del mar" que se las envió.

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