La provincia abulense dice adiós a un proyecto inspirador que, durante 18 meses, ha luchado activamente contra uno de los desafíos más acuciantes en el entorno rural: la soledad no deseada de las personas mayores. Vincúlate, iniciativa de Cruz Roja en Ávila, ha cerrado su andadura en el Valle del Tiétar con un balance muy positivo, dejando tras de sí una red fortalecida de participantes y la promesa de continuidad gracias a la labor incesante de su voluntariado.

El proyecto, centrado en los municipios de Mombeltrán y Guisando, así como en las pedanías de Arenas de San Pedro como La Parra y Ramacastañas, ha supuesto un soplo de aire fresco para una población que a menudo se enfrenta a barreras de movilidad, deterioro físico y, consecuentemente, al aislamiento social. Vincúlate ha apostado por un modelo donde las personas mayores son las auténticas protagonistas de su día a día, buscando mejorar su calidad de vida y fomentar su participación activa en la comunidad.

Desde julio de 2024, la organización humanitaria ha orquestado un total de 61 actividades y talleres que han logrado involucrar a 72 personas mayores de la zona sur de la provincia. La diversidad de participantes, distribuidos entre Ramacastañas (21), La Parra (21), Guisando (14) y Mombeltrán (16), demuestra la amplitud del alcance del proyecto.

El éxito de este programa reside en su metodología personalizada. El equipo técnico de Cruz Roja en Arenas de San Pedro ha trabajado mano a mano con las personas mayores, identificando sus necesidades y los recursos disponibles en cada localidad. A partir de ahí, se han diseñado y ejecutado actividades adaptadas a sus intereses y demandas.

La variedad de propuestas ha sido clave para mantener el dinamismo y el interés. Los participantes han disfrutado de salidas culturales como un viaje al Museo de las Abejas de Poyales del Hoyo, han adquirido conocimientos sobre la prevención de la ciberdelincuencia, han revivido la nostalgia con un particular 'Pasapalabra' que ha servido para recopilar el rico vocabulario típico del Valle del Tiétar, y han mantenido activo su cuerpo y mente con talleres de gimnasia, manualidades y ganchillo. Además, el proyecto ha sabido integrar las nuevas tecnologías, ofreciendo experiencias con gafas de realidad virtual y tablets, abriendo así nuevas ventanas al conocimiento y la diversión.

Más allá de las actividades grupales, el proyecto ha ofrecido un apoyo individualizado a través de entrevistas personalizadas al inicio y al final del programa, orientaciones administrativas y la derivación a otros recursos cuando ha sido necesario. El seguimiento telefónico constante ha garantizado que las necesidades de los participantes fueran atendidas de forma continua.

La andadura de Vincúlate ha sido posible gracias a la estrecha colaboración con las instituciones locales, asociaciones y agentes sociales de la zona. Los ayuntamientos de Arenas de San Pedro, Guisando y Mombeltrán, junto a los ayuntamientos pedáneos de Ramacastañas y La Parra, la Asociación Sociocultural Ferrerías de Ramacastañas, la Asociación Amigos de la Parra y el CRA El Barranco de Mombeltrán, han sido pilares fundamentales para el desarrollo del proyecto.

Conclusiones

Este proyecto, enmarcado en el Programa FSE+ de Inclusión Social, Garantía Infantil y Lucha contra la Pobreza y cofinanciado por la Unión Europea y Fundación MAPFRE a través de la Convocatoria +RURAL, concluyó oficialmente con la presentación de su memoria en Arenas de San Pedro ante autoridades y colaboradores. En los próximos días, se compartirán las conclusiones en cada uno de los municipios y pedanías, celebrando junto a los protagonistas de este éxito los lazos creados y el futuro que se abre.

La fuerza de Vincúlate no termina aquí. El voluntariado de Cruz Roja en el Valle del Tiétar continuará tejiendo redes, asegurando que los grupos y las amistades forjadas durante el proyecto sigan activos, demostrando que la unión y el compromiso son las mejores herramientas contra la soledad.