Un pequeño del Colegio Almanzor y un aficionado del Atleti protagonizan una historia que ha enternecido a todo el municipio
Un saludo diario en Candeleda une a un niño y a un vecino nonagenario y emociona al pueblo
Un pequeño del Colegio Almanzor y un aficionado del Atleti protagonizan una historia que ha enternecido a todo el municipio
En Candeleda, un gesto cotidiano se ha convertido en una pequeña lección de humanidad. Un niño de 9 años del Colegio Almanzor, lleva meses saludando cada tarde a un vecino de más de 90 años que suele descansar en su sillón, siempre con su bufanda del Atleti sobre los hombros. Desde la cristalera, el intercambio es sencillo: una mano levantada, una sonrisa y unos segundos de complicidad.
Hace unos días, el menor quiso ir un poco más allá. Llamó al cristal y entregó al anciano un dibujo acompañado de un mensaje tan emotivo que dejó al aficionado rojiblanco conmovido. La emoción fue tal que el vecino decidió acudir al colegio para preguntar por el pequeño y llevarle un regalo de agradecimiento, un gesto que sorprendió y que confirmó lo que muchos ya intuían: aquella conexión espontánea había tocado el corazón de ambos.
El dibujo, ahora plastificado y colocado en la cristalera, se ha convertido en una especie de punto de encuentro. Quienes pasan por allí se detienen, lo leen y sonríen. La misma frase se repite una y otra vez: "Qué niño más especial".
Y lo es. Su sensibilidad, su manera generosa de mirar a los demás y su capacidad para iluminar el día de cualquiera con un simple saludo han transformado una anécdota diaria en un ejemplo de convivencia y ternura. Una historia mínima que recuerda, desde un rincón de Candeleda, cuánto pueden significar los pequeños gestos.








