La historia de Ana: morir dignamente y regalar vida donando sus órganos

Los padres de una joven que pidió la eutanasia porque padecía una enfermedad mortal revelan que su corazón salvó la vida de otra persona: "fue un bálsamo"

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La historia de Ana: morir dignamente y regalar vida donando sus órganos
Ana, con sus padres. Foto: EFE / Organización Nacional de Trasplantes (ONT)
Adaya González / EFE
Lectura estimada: 3 min.

Cuando pidió la eutanasia con 27 años, Ana tenía muy claro que quería que sus órganos dieran una segunda oportunidad a otra persona; ver su sueño cumplido y saber que su corazón iba a volver a latir en otro cuerpo "fue un bálsamo en medio de tanto dolor" para sus padres, Puri y Salva.

La ley que materializó el derecho a morir dignamente en España en 2021 ha sido el "gran consuelo" que han tenido durante los últimos años estos padres, cuya historia cerró este sábado el XX Encuentro de Profesionales de la Comunicación y Coordinadores de Trasplantes, promovido por la Organización Nacional de Transplantes (ONT).

Querrían haberla contado en esta cita, pero han tenido que hacerlo mediante un vídeo desde Luxor, donde Puri se recupera de un problema de salud que la ha retenido en un hospital más de un mes. Fueron a Egipto porque era otro de los deseos de su hija, aunque éste no pudo cumplirlo.

Ana nació con espina bífida, que con los años se fue complicando hasta tener una "hidrocefalia bestial". Cuando no pudo más de los dolores, y sabiendo que aquello la iba a matar por asfixia sin remedio, decidió pedir la eutanasia.

"Una de las cosas que nos dijo es que, cuando ella falleciera, quería donar sus órganos. Lo dijo así de claro: 'Ya que a mí no me van a servir, por lo menos que puedan darle la oportunidad a alguien para que pueda tener una vida que yo no voy a tener'", rememora su madre.

Su cirujano objetó, así que reclamó su derecho a los servicios médicos del hospital. Hasta que llegó el visto bueno y luego hasta que llegó el día, Ana, que "tenía un carácter muy alegre, muy expansivo, muy abierto, era muy graciosa", no abandonó su vida social.

Puri reconoce que "a cualquier padre le cuesta mucho dejar ir a sus hijos", pero ellos tenían "muy claro que tus hijos no son de tu propiedad. Ella era mayor de edad, tenía derecho a decidir por ella misma, era su cuerpo, era su sufrimiento".

Los dos se rompían cuando ella decía que si no le concedían su derecho, se suicidaría, algo que intentó alguna vez. "Yo le decía: 'Por el amor de Dios, no nos hagas eso, no quiero levantarme una mañana, entrar a tu habitación y encontrar que te has muerto sola, con dolor'". Pero se lo concedieron.

En un primer momento, solicitó una prórroga, porque coincidía con las navidades, y quería pasar las últimas con sus padres. Mes y medio después, llegó el día de verdad. En el camino de la habitación al quirófano, Ana no hacía más que dar las gracias a los profesionales del hospital. Incluso ya dentro, sedada, antes de recibir la medicación que tanto ansiaba, se espabiló y dio un último mensaje al equipo: "Hoy vais a conseguir que yo cumpla mi sueño desde pequeña, pero siento el trabajo que os voy a dar".

A Salva hay algo que nunca se le olvidará: el sonido de la muerte de su hija, el paso del pitido intermitente del compás de los latidos de Ana al "piiiiiiiiii" continuo que jamás se le irá de la cabeza. "Es horrible".

Dos meses después, volvió un "pi-pi-pi": una persona anónima les agradecía el corazón de Ana, al que se comprometía a cuidar para siempre. "Estoy vivo por eso", garantiza Salva.

"Fue balsámico", añade Puri. Y así quisieron transmitírselo al coordinador de trasplantes del hospital Gregorio Marañón, Braulio de la Calle, y a todo su equipo, en una carta de agradecimiento que el doctor ha leído en el encuentro de la ONT.

En ella, relataban: "Cuando nos llamaron ese día para decirnos que habían finalizado y nos informaron de que había podido donar, todo fue como un bálsamo en medio de tanto dolor". Y concluían: "Gracias al comportamiento de todos, Ana pudo marcharse en paz y cumpliendo un deseo vital para ella. Estamos orgullosos de esta sanidad que permite y realiza tamaña proeza técnica y humana". 

1 comentario

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usuario anonimo hace 58 minutos
Pues si gana la derecha las elecciones esto no se volverá a ver
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