El Real Madrid volvió a mostrar su poderío en LaLiga EA Sports con un triunfo sólido ante el Villarreal (3-1) en el Santiago Bernabéu. Tras la dura derrota en el derbi madrileño, el equipo de Xabi Alonso reaccionó con una segunda parte imponente liderada por un Vinícius Jr. estelar, autor de un doblete que recordó al futbolista que acarició el Balón de Oro.

El plan inicial del Villarreal de Marcelino García Toral fue claro: bloquear el juego blanco y esperar su momento. Sin Mikautadze ni Pepé de inicio, el técnico apostó por una defensa férrea y transiciones rápidas. Su planteamiento resistió el primer tiempo, e incluso rozó el gol con una ocasión clara de Oluwaseyi, que se topó con un gran Courtois. Pero al comenzar el segundo acto, el esquema amarillo se vino abajo.

En el Madrid, Xabi Alonso aprovechó el duelo para reafirmar jerarquías. Fede Valverde fue ubicado de nuevo como lateral derecho, pese a su deseo de jugar en el medio, una decisión que reforzó el mensaje del entrenador: el equipo está por encima de los nombres. Más preocupante es la situación de Jude Bellingham, suplente en el derbi y sin sitio en el actual 4-3-3, desplazado por la continuidad de Ceballos y el protagonismo del joven Mastantuono.

El primer aviso serio llegó en las botas de Arda Güler, que rozó el travesaño con un zurdazo. Pero el foco estaba en Vinícius, que recuperó su chispa: encaró, desequilibró y desquició a Mouriño, que acabaría expulsado. En el minuto 47, un disparo del brasileño desviado por Comesaña abrió el marcador.

El Villarreal trató de reaccionar, pero perdonó el empate con un error de Pepé, y el Madrid sentenció poco después. Vinícius provocó un penalti tras caer en el área ante Rafa Marín; Mbappé, en un gesto de compañerismo, le cedió el lanzamiento y el brasileño anotó el 2-0, pese a que Arnau Tenas rozó el balón.

Con el partido encarrilado, Bellingham tuvo su oportunidad para redimirse, primero fallando una ocasión clara y luego generando la jugada que culminó en el 3-1. Brahim Díaz asistió a Mbappé, que selló el triunfo antes de retirarse con molestias en un tobillo.

El tanto de Mikautadze, con un disparo seco desde la frontal, dio emoción momentánea, pero la expulsión de Mouriño frenó cualquier intento de remontada. En una noche de reencuentros y reivindicaciones, Vinícius fue la bandera del Real Madrid, que recuperó sensaciones, firmeza y confianza para seguir en la pelea por LaLiga.