Gotarrendura ha vuelto a teñirse de colores este domingo con la celebración de la IX Color Run de Disfraces, una cita que se ha consolidado como parte esencial de las fiestas en honor a San Miguel Arcángel. La prueba, que une deporte, creatividad y solidaridad, logró congregar a 71 corredores y a 66 colaboradores con dorsal cero.

La carrera ha vuelto a demostrar que no hay edad para participar, desde niños de apenas dos años hasta la veterana corredora de 88, todos se sumaron a la iniciativa. En esta edición, la recaudación se ha destinado al Centro Cultural de Personas Sordas de Ávila, una asociación sin ánimo de lucro que trabaja en favor de la inclusión y la mejora de la calidad de vida de quienes tienen discapacidad auditiva.

El evento ha contado con dos categorías competitivas: Infantil, hasta los 12 años, y Adultos, a partir de los 13, con premios diferenciados entre masculino y femenino para favorecer la participación equitativa. Quienes no han podido correr también han encontrado la forma de colaborar adquiriendo el dorsal cero, gesto que ha evidenciado que la solidaridad puede expresarse más allá de la pista.

El desfile de disfraces ha vuelto a ser uno de los momentos más esperados. El jurado ha reconocido con premios tanto al mejor atuendo individual como al mejor en grupo, en una exhibición de imaginación que arrancó los aplausos del público. Además, el apoyo de empresas y patrocinadores ha permitido organizar un sorteo de regalos entre todos los asistentes, incluidos quienes se sumaron de manera simbólica.

La jornada se ha vivido en un ambiente festivo, acompañado de música y actividades que animaron a vecinos y visitantes. El broche final ha llegado con el tradicional lanzamiento de polvos de colores, que ha teñido las calles.