El concurso de la Feria Avileña Negra Ibérica subraya el alto nivel de los ejemplares

Destaca la exigencia técnica y la importancia del programa genético en la raza

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El autor esAndrea Pozo Ajates
Andrea Pozo Ajates
Lectura estimada: 2 min.

La 49ª edición de la Feria de la Raza Avileña Negra Ibérica ha vuelto a reunir a ganaderos y ejemplares de referencia, en un certamen que combina tradición y exigencia técnica. El encargado de velar por la objetividad del concurso ha sido Javier Martín García, calificador de la Real Asociación Española de Raza Avileña Negra Ibérica, quien ha subrayado el alto nivel de esta edición.

"Mi cargo como técnico consiste en hacer la calificación morfológica de los animales que participan", ha explicado Martín. Su labor incluye otorgar puntuaciones y determinar los premios en la sección de subasta, donde compiten machos de entre 18 y 30 meses. "Decir cuál es el primer y cuál es el segundo premio de los 15 que participan no es fácil porque hay mucho nivel", ha apuntado.

El jurado se guía por el estándar racial de la Avileña Negra Ibérica, garantizando que los animales respondan a las características propias de la raza. "Tiene que ser un animal que esté muy en tipo dentro del estándar racial y luego ya lo que valoramos son las conformaciones y las formas", ha detallado. Según Martín, el objetivo es mantener la línea genética que se ha conseguido, "una línea con mucha carne y con mucha conformación".

Para participar en este certamen, las ganaderías deben cumplir estrictos requisitos vinculados al programa de mejora genética. "Tienen que estar dentro del programa de mejora genética para poder participar", ha señalado el calificador. Entre las condiciones se exige que los animales estén genotipados y que cuenten con datos de crecimiento y pesos desde el destete. "Tenemos que tener muchos datos de los animales para poder concursar", ha añadido.

Respecto a la valoración general de esta edición, Martín ha destacado la continuidad en los procedimientos, "los datos son los de siempre: pesos al destete, el incremento en el crecimiento de los animales y el ADN de la carta genealógica completa de padres y abuelos. Son datos imprescindibles, son los que exigimos".

De esta manera, la feria reafirma su papel como referente en la defensa, promoción y mejora de la Raza Avileña Negra Ibérica, garantizando tanto el futuro de la cabaña como la calidad de su carne, uno de los sellos más reconocidos de la provincia de Ávila.

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