El alcalde de Ávila afronta su crisis del agua con transparencia, planificación y reivindicación institucional. El alcalde, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, ha aclarado que "la calidad del agua es apta para consumo humano" y ha subrayado que los restos detectados en algunos hogares "no son peligrosos, es manganeso". La empresa concesionaria Aqualia ya trabaja en el proyecto para sustituir la tubería que conecta el embalse de Serones con la potabilizadora, afectada tras una excavación en Vicolozano.

El regidor ha confirmado que "el Ayuntamiento está decidido a sustituir esa tubería" y que en septiembre se prevé iniciar reuniones con el Estado y la Junta de Castilla y León para abordar la financiación. En paralelo, se mantiene el contacto con la Empresa Pública Estatal de Aguas de las Cuencas de España y se avanza en un convenio para construir nuevas bombas en Fuentes Claras, lo que permitirá un bombeo de mayor calidad.

Ante las propuestas de remunicipalización del servicio, Cabrera ha respondido que "Aqualia ha demostrado ser eficaz y eficiente", destacando que "solo cinco jornadas" duró la interrupción del consumo humano. "Hay municipios que estuvieron un mes sin agua potable", ha comparado.

Sobre la posibilidad de compensar a los vecinos por esos días sin agua potable, el Ayuntamiento descarta indemnizaciones al concluir que el reglamento del agua, aprobado por unanimidad, "impide indemnizar por problemas sobrevenidos en la red". En cualquier caso, ha matizado que la cuantía estimada era de apenas "10 o 12 céntimos por contrato doméstico".

En cuanto a críticas de otras formaciones, Cabrera ha lamentado la "deslealtad" y ha pedido unidad, "en situaciones excepcionales, todos tenemos que estar unidos". Por último, ha recordado que la red de agua de Ávila tiene 340 kilómetros y que siguen "haciendo muchas inversiones" para reducir pérdidas y optimizar cada gota.