Cáritas Diocesana de Ávila ha presentado su memoria de actividades de 2024, revelando una realidad social cada vez "más compleja y difícil de abordar".

La institución, atendió a más de 4.000 personas a través de sus diversos programas, evidenciando un aumento de la vulnerabilidad en la sociedad abulense, incluso entre aquellos que tienen empleo.

En un contexto marcado por la celebración del Día de la Caridad, coincidiendo con el Corpus Christi, Cáritas Ávila ha alzado la voz para denunciar que "tener un trabajo ya no garantiza salir del umbral de la pobreza". El encarecimiento de la vivienda y las dificultades para acceder al alquiler, exacerbadas por la legislación vigente, impiden que muchas familias puedan acceder a este derecho básico, viéndose obligadas a vivir en condiciones precarias.

"2024 fue un año complicado en el que las aspiraciones que teníamos no lograron todos los objetivos que nos habíamos propuesto", reconoció Antonio Luis Nicolás, delegado episcopal de Cáritas Ávila, al presentar los datos.

La organización ha constatado que una parte importante de la sociedad sigue siendo vulnerable y necesita el apoyo de los demás, especialmente en lo que respecta al acceso a una vivienda digna y a un empleo estable.

Entre los programas que desarrolla Cáritas Ávila, destacan:

- Acogida y Atención Primaria: 1.476 personas atendidas, ofreciendo un primer punto de contacto y apoyo a quienes se encuentran en situación de necesidad.

- Hogar Santa Teresa: 389 personas atendidas, proporcionando alojamiento y manutención a personas sin hogar o en situación de tránsito. Se ofrecieron más de 26.000 servicios, incluyendo 4.556 alojamientos y 7.000 desayunos, comidas y cenas.

- Atención a Reclusas y Ex-reclusas: 57 personas apoyadas en su reinserción social.

- Atención Comunitaria a las Drogodependencias: 644 personas atendidas, tanto en el ámbito asistencial como en el preventivo.

- Empleo: 764 personas participantes, con 311 en acciones formativas y la consecución de 224 empleos, un dato que, aunque positivo, no refleja la erradicación de la pobreza laboral.

-  Infancia, Juventud y Familia: 845 personas atendidas, sumando un total de 4.221 beneficiarios, ofreciendo apoyo en el desarrollo integral y la prevención de situaciones de riesgo.

El fenómeno migratorio, un reto complejo

Cáritas Ávila ha señalado que el "movimiento migratorio se ha convertido en el problema principal", superando la capacidad de respuesta de las instituciones.

La organización atiende principalmente a personas provenientes de Venezuela, Colombia y Perú, muchas de ellas en situación irregular, y reclama una "normalización de su situación legal" para facilitar su integración social y laboral.

"Necesitamos al migrante y es necesaria la normalización de su situación", afirmaron.

Preocupación por la juventud y las adicciones

La falta de esperanza entre los jóvenes para formar un hogar o acceder a un empleo acorde a su formación es otra de las preocupaciones de Cáritas Ávila.

A esto se suma el aumento de las adicciones, tanto con consumo de sustancias como sin él, destacando la "dependencia psicológica de las nuevas tecnologías" a edades cada vez más tempranas. Ante esta realidad, la institución aboga por la prevención y la inversión en programas que promuevan un uso responsable de las tecnologías y fomenten estilos de vida saludables.

Llamamiento a la solidaridad

En un contexto marcado por la crisis humanitaria provocada por las guerras y la creciente vulnerabilidad social, Cáritas Ávila ha hecho un "llamamiento a la solidaridad y a la corresponsabilidad" de toda la sociedad para construir un futuro más justo e igualitario.

La institución continúa trabajando para acompañar a las personas más vulnerables y denunciar las situaciones de injusticia, defendiendo la dignidad de cada persona y promoviendo una sociedad más inclusiva.