¿Diversificar o morir? Las nuevas reglas de la inversión a largo plazo

Diferencias entre la diversificación clásica y la moderna

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¿Diversificar o morir? Las nuevas reglas de la inversión a largo plazo
El autor esO.R.R
O.R.R
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El mundo ha avanzado muy rápido en la última década, lo que ha provocado innovaciones antes inimaginables en diferentes sectores. Uno de los que más ha experimentado esta evolución ha sido el de las finanzas. Factores como la irrupción de la tecnología, la aparición del dinero digital, las políticas económicas a nivel global, e incluso la incertidumbre provocada por las diferentes crisis económicas, han llevado a que el mundo de la inversión haya tenido un replanteamiento de estrategias.

En este nuevo escenario se han quedado un poco de lado las fórmulas tradicionales que existían para las inversiones a largo plazo, apostando claramente por la diversificación. Este concepto ya no es algo aconsejable, sino que se ha convertido en casi una obligación para tener éxito a nivel financiero. La pregunta del título "¿Diversificar o morir?" puede resultar exagerada, pero viene a explicar que aferrarse a las viejas fórmulas tienden a acabar poniendo en riesgo extremo a la cartera de inversiones.

En este texto vamos a explicar las modificaciones que ha experimentado el mundo de las aportaciones de capital a largo plazo, el papel que juegan las criptomonedas, y las normas no escritas que están rigiendo el mercado. El objetivo es extraer una conclusión clara sobre cómo se construyen carteras solventes y, sobre todo, sostenibles en el tiempo.

El auge de los activos alternativos

Como se mencionaba con anterioridad, los avances tecnológicos y el mayor flujo de información por la conectividad global, han golpeado de lleno al mundo de las inversiones a largo plazo, llevándolo a vivir una gran transformación. Y es que lo que antes se manejaba simplemente con bonos y acciones, ahora se ve arrollado por la aparición de nuevos activos de carácter digital.

Dentro de estas nuevas opciones, surgen ejemplos como Cardano, una plataforma blockchain de tercera generación. Si bien su cotización ha experimentado variaciones importantes en los últimos años, muchos inversionistas monitorean el Cardano precio con el fin de incorporarlo a su cartera diversificada a largo plazo, ya que entienden que es un elemento que se mantiene estable.

Diferencias entre la diversificación clásica y la moderna

La diversificación ha acompañado históricamente a la inversión como una regla de oro. Este concepto se basa en repartir el capital en distintos tipos de activos, sectores y regiones geográficas, consiguiendo una reducción del riesgo total de la cartera. Muchos expertos han defendido este modelo que, evidentemente, ha experimentado cambios en los últimos tiempos.

Como hemos visto con anterioridad, es claro que ya no se limita la inversión a los instrumentos financieros clásicos. Esto se considera algo arriesgado, teniendo en cuenta el contexto de economías emergentes ganando importancia, tasas de interés que suben y baja, y la aparición de elementos que desafían las estructuras tradicionales.

Uno de los puntos clave de esta nueva forma de diversificar es hacerlo de forma ordenada. De nada vale repartir inversiones sin sentido. Hay que llevar a cabo una selección estratégica y un análisis profundo, teniendo una actitud activa y capacidad de adaptación a nuevos modelos. El inversor moderno debe estar informado y ser flexible.

Elementos nuevos como los ETF temáticos o los bonos verdes deben de ser perfectamente conocidos y tenidos en cuenta como una opción más que válida.

¿Cuánto tiempo abarca el término "largo plazo"?

Esta es una de las preguntas más comunes, pero, a la vez, que más sentido tiene. Normalmente se pensaba en unos 10 o 20 años, creencia que sigue siendo válida. Sin embargo, antes se concebía ese periodo como un tiempo en el que no había que tocar ni modificar la inversión. En la actualidad, el planteamiento es más dinámico, revisando la situación cada x tiempo y adaptándola a cambios en el contexto general.

Por poner un ejemplo: recientemente la Inteligencia Artificial ha crecido una barbaridad. En esta nueva estrategia de inversión a largo plazo, se buscaría incluir en algún momento a la IA en la cartera, dejando de lado a otros productos o sectores que estuviesen dando peor rendimiento.

La importancia de la educación financiera

Obviamente, para poder llevar a cabo inversiones inteligentes, hay que saber de primera mano el entorno en el que nos estamos moviendo. Estas aportaciones de capital a largo plazo, como hemos mencionado con anterioridad, han empezado ser dinámicas. Esto implica que la persona que las realiza, debe estar familiarizada con el mercado para poder llevar a cabo los cambios que sean necesarios.

Para ello, es precioso saber leer un balance, entender que es un contrato inteligente, saber de blockchain o comprender qué provocan los cambios geopolíticos en las inversiones. Con el fin de poder afrontar todas estas situaciones, en los últimos tiempos se ha intensificado la aparición de oferta de formación online. Muchas personas pueden encontrar cursos, o elementos similares, en los que recibirán explicaciones claras sobre todos estos conceptos, con el fin de estar más cerca de completar una inversión consciente y correcta.

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