El presidente de CEOE Ávila, Diego Díez, ha realizado un balance del año marcado por la incertidumbre económica, el aumento de costes y los continuos cambios legislativos, un contexto que ha calificado de "bastante convulso". Pese a ello, ha subrayado la resistencia del tejido empresarial abulense y una lectura "positiva, a pesar de todo".

Díez ha destacado que "casi la mitad de empresas espera este año facturar lo mismo que el año pasado", aunque ha advertido de que "facturando lo mismo van a ganar menos" por el incremento de gastos. En este escenario, ha puesto en valor que "seguimos abiertos" y que "las empresas no han desaparecido tantas como podrían esperarse".

En este contexto, ha resaltado el papel de CEOE Ávila en la formación y el acompañamiento a las empresas ante obligaciones como Verifactu o el registro horario. También ha reivindicado el asociacionismo como una herramienta clave en una provincia "pequeña, cerca de Madrid", defendiendo que "es el momento de los pequeños" y augurando que "si nos dejan, este 2026 va a ser el año de las pymes".

Sobre la evolución del número de empresas, Díez ha precisado que los últimos datos disponibles, correspondientes a 2024, reflejan que "empresas desaparecieron 12", una cifra que considera "preocupante, pero no alarmante", en parte por la jubilación y la falta de relevo generacional.

Preguntado por las necesidades de las pymes para mantenerse y crecer, el presidente de la patronal ha sido claro, "necesitamos certezas, necesitamos una seguridad jurídica y sobre todo que nos dejen trabajar". Ha advertido del impacto de la burocracia y de normativas pensadas para grandes compañías que "al panadero de la esquina se lo complica", reclamando "un equilibrio" que evite el desánimo empresarial.

En clave territorial, Díez ha pedido que Ávila reciba "la prioridad que nos merecemos" en infraestructuras, reclamando claridad sobre el peaje, el tren y la infraestructura eléctrica. "Que nos digan la verdad", ha exigido, para poder "buscar las soluciones" y reivindicar lo que considera "justo".

Finalmente, sobre los cambios legislativos y la ampliación de permisos retribuidos, ha defendido que deben negociarse con equilibrio y con las empresas en la mesa, advirtiendo de que "no son negociaciones equilibradas" cuando quienes deben implantar las medidas no participan en su diseño.