El Ayuntamiento de Ávila ha abierto una jornada de celebración dedicada a los 40 años de la declaración de la ciudad como Patrimonio Mundial, una distinción que, en palabras del alcalde Jesús Manuel Sánchez Cabrera, reconoce a Ávila como "una ciudad única en el mundo". En este encuentro previo al acto institucional, el regidor ha destacado que la efeméride sitúa a la capital junto a Segovia y Santiago de Compostela, a las que ha definido como "las trillizas, las tres primeras ciudades españolas declaradas patrimonio de la humanidad".
El alcalde ha subrayado que la conmemoración es fruto del trabajo conjunto entre las ciudades del grupo, un vínculo que ha descrito como un "hermanamiento generalizado" orientado a la defensa y promoción del patrimonio común. Las actividades organizadas desde el consistorio han buscado implicar a toda la ciudadanía, desde la iluminación especial de la puerta de San Vicente hasta los conciertos de estos días, entre ellos el ofrecido por la Orquesta Sinfónica de RTVE en el Lienzo Norte. El programa se completa con la actuación conjunta de las tres ciudades hermanas esta tarde y la próxima llegada a la Catedral de "una de los mejores pianistas del mundo", procedente de Morelia, también Patrimonio de la Humanidad.
A esta celebración se han sumado antiguos responsables municipales. Sánchez Cabrera ha confirmado la presencia de Ángel Acebes, Dolores Ruiz-Ayúcar, Miguel Ángel García Nieto y José Luis Rivas, mientras que Agustín Díaz de Mera y Antonio Encinar no han podido asistir. En su intervención, el alcalde ha dedicado un recuerdo para el que fuera regidor durante la obtención del título en 1985, Mario Galán.
El acto institucional ha incluido también la intervención del Cronista Oficial de la Ciudad, Jesús María Sanchidrián, encargado de dar lectura a una declaración que evocaba el reconocimiento otorgado en 1985 a la Ciudad Vieja de Ávila y sus iglesias extramuros, así como la ampliación de 2007, que incorporó el resto de templos extramuros y los conventos de La Encarnación, San José – Las Madres y el Real Monasterio de Santo Tomás. Una intervención que ha completado una ceremonia orientada a reforzar el orgullo de los abulenses por un legado que se ha preservado "a lo largo de la historia" y que hoy vuelve a ponerse en valor ante toda la ciudadanía.








