La Audiencia Provincial de Ávila juzgará próximamente a P.P.S.M., un vecino de la provincia para quien la Fiscalíasolicita cuatro años de prisión y una multa de 20.000 euros, acusado de portar diversas sustancias estupefacientes con fines de tráfico durante un control de la Guardia Civil en octubre de 2024.

El acusado fue interceptado sobre las 16:45 horas del día 20 de octubre de 2024 cuando conducía un vehículo Suzuki y fue sometido a un control rutinario. En el interior del coche, los agentes localizaron "65,32 gramos de un polvo blanco que tras su análisis resultó ser cocaína con una pureza del 82,35%", así como "20,06 gramos de un polvo blanco que tras el análisis resultó ser cocaína con una pureza del 36,10%". Además, se intervinieron dos tabletas de resina de cannabis, una de 97,55 gramos y otra de 96,77 gramos, con riquezas del 35,75% y 51,38%, respectivamente.

La Fiscalía sostiene que el acusado poseía las sustancias "con la finalidad de destinarla al tráfico" y valora el conjunto de la droga en 8.579,70 euros. Por ello, le atribuye un delito contra la salud pública de sustancias que causan grave daño a la salud, también considera a P.P.S.M. responsable como autor, sin que concurran circunstancias modificativas, y reclama la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y el abono de las costas procesales.

La defensa, sin embargo, niega por completo la versión de la Fiscalía. Asegura que el acusado adquirió las sustancias "para su consumo propio dado que habitualmente, y desde hace muchos años es adicto". Añade que el hombre está incluido "en un programa de deshabituación en Cáritas" y que la elevada cantidad se debe a que vive en un pueblo donde "no es fácil su adquisición", por lo que suele abastecerse para "su consumo durante varios meses".