Despedida a Sor Manuela y Sor Nélida tras 40 años de servicio en el Hogar Santa Teresa

La comunidad cristiana agradece su entrega a los más vulnerables y su huella en la ciudad

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Despedida a Sor Manuela y Sor Nélida tras 40 años de servicio en el Hogar Santa Teresa
Sor Manuela y Sor Nélida. Foto: Diócesis de Ávila
El autor esAndrea Pozo Ajates
Andrea Pozo Ajates
Lectura estimada: 2 min.

El pasado viernes, la comunidad diocesana de Ávila vivió un acto cargado de emoción y reconocimiento hacia Sor Manuela y Sor Nélida, religiosas de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, quienes concluyen su labor en el Hogar Santa Teresa, después de cuatro décadas de dedicación ininterrumpida al servicio de los más desfavorecidos. Ambas religiosas emprenden ahora una nueva etapa, llamadas por su congregación a otro destino.

Su labor, marcada por la discreción, la constancia y un profundo espíritu evangélico, ha estado centrada en acompañar y brindar apoyo a quienes más lo necesitaban. Con su marcha, se cierra un ciclo en la historia del Hogar Santa Teresa, institución a la que las Hijas de la Caridad han estado unidas desde su fundación.

El momento central de la despedida fue una Eucaristía presidida por el obispo de Ávila, Mons. Jesús Rico García, quien durante su homilía recordó que "tener la mano abierta al otro es esencial para los que nos consideramos cristianos", y remarcó que "el mensaje sustancial del Evangelio es el amor". El prelado expresó su agradecimiento a las hermanas, subrayando, "aunque quizá no salgáis en los medios, vuestra labor no es menos importante. Habéis ayudado a muchos, y por eso estamos profundamente agradecidos".

Tras la misa, el delegado episcopal de Cáritas, D. Antonio Luis Nicolás, dedicó unas palabras para reconocer la trayectoria de ambas religiosas y su carisma vicenciano, "Casi cuatro décadas de participación hermosa en un ministerio que la Iglesia nos había confiado". Citando a San Vicente de Paúl, afirmó, "Si Dios ama a los pobres, Dios ama a quienes aman a los pobres", e invitó a las hermanas a sentirse "amadas, bendecidas y profundamente queridas por Dios, por la Iglesia y por Cáritas Diocesana de Ávila".

Visiblemente emocionadas, Sor Manuela y Sor Nélida compartieron algunos recuerdos de su paso por la casa, la cual consideraron "un verdadero hogar, una familia". Destacaron con especial cariño el cambio de nombre, "Nos gusta mucho el cambio de nombre, de albergue a Hogar Santa Teresa. Porque eso es para nosotras, un hogar", aseguraron.

La ceremonia contó con la presencia de numerosos trabajadores y voluntarios de Cáritas, así como familias beneficiadas por su ayuda. También asistieron el alcalde de Ávila y la concejala de Servicios Sociales, junto a miembros de la comunidad religiosa, entre ellos Sor Concepción, Visitadora Provincial, quien agradeció visiblemente conmovida, "por esta historia compartida, por este tiempo de servicio. Las he visto con mucha dedicación y mucho amor. Hemos tenido la oportunidad de ser madres, hermanas y amigas de los pobres, y por eso estamos agradecidas, también a la diócesis de Ávila, por encomendarnos en su día este servicio tan nuestro".

Fuente: Diócesis de Ávila.

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