La policía italiana ha reabierto la investigación por el asesinato de Chiara Poggi, ocurrido en 2007 en la localidad de Garlasco (norte del país). Este lunes, agentes trabajan con drones y escáneres láser en el domicilio donde fue hallada la víctima, con el objetivo de reconstruir la escena del crimen utilizando tecnología avanzada que permite generar modelos tridimensionales y analizar el recorrido de las manchas de sangre.

Aunque el caso se cerró en 2015 con la condena definitiva de Alberto Stasi, entonces novio de la víctima, nuevos indicios han puesto en duda el fallo y han reactivado las pesquisas. Entre ellos destaca una huella de mano hallada en la escena, que correspondería a Andrea Sempio, amigo del hermano de Chiara. En marzo pasado, la Fiscalía de Pavía lo imputó como presunto cómplice del homicidio.

Chiara Poggi, de 26 años, fue asesinada brutalmente el 13 de agosto de 2007 mientras estaba sola en su casa familiar. El crimen desató una fuerte cobertura mediática y un prolongado proceso judicial, que culminó en la condena a 16 años de prisión para Stasi, quien siempre se declaró inocente y actualmente se encuentra en libertad condicional tras cumplir parte de su pena en la prisión de Bollate, Milán.

El 17 de junio comenzarán nuevas diligencias centradas en el análisis de ADN y huellas dactilares. Por primera vez se examinarán pruebas recogidas de objetos cotidianos encontrados en la basura del domicilio, como una caja de galletas, un envase de yogur y cintas adhesivas.

Las muestras serán comparadas con los perfiles genéticos de unas diez personas, incluidos Stasi, Sempio, familiares, amigos del hermano de la víctima y los carabineros que accedieron a la casa tras el crimen.

Además, se analizará una huella genética mixta hallada bajo las uñas de Chiara, que contiene material de dos individuos distintos. Sin embargo, expertos advierten del riesgo de contaminación de las pruebas, ya que al momento de levantar las huellas dactilares no se habrían usado pinceles individuales, lo que podría haber provocado transferencia de material entre objetos.

La reapertura del caso busca esclarecer los hechos con el respaldo de tecnologías forenses de última generación y determinar si Alberto Stasi fue realmente el autor del crimen o si, como él sostiene desde el principio, fue condenado por error.