Desde el centro rural agrupado 'El Valle' (Villarejo, Cuevas y Santa Cruz del Valle), a propuesta de una de las AMPAS, se hizo llegar a Luca Martínez Jiménez (padre de Mateo, alumno del CRA) los dibujos donde el alumnado mostraba la admiración, la sensibilidad y la empatía que les une tanto a todos los afectados de la dana como a los miembros de la BRIF del Puerto del Pico que estaba trabajando sobre el terreno y que son un ejemplo por su disposición, trabajo disciplinado y cooperativo ante una tragedia de estas características. El CRA 'El Valle' quiso que los recibieran como una inyección que los impulsase a continuar su labor, y que, en momentos de flaqueza, no olvidasen que hay mucha "gente menuda" para la que son un referente.

Con el regreso de miembros de la BRIF a la zona afectada, entre el alumnado se puso en marcha la recogida de material escolar, libros de lectura de sus bibliotecas personales y mochilas usadas para enviar a esos niños que tanta ayuda necesitaban, pero quisieron hacerlo acompañándolas de un mensaje con corazón, un dibujo y unas palabras de aliento, junto con un sobre y un sello acompañado de la dirección del colegio para que el receptor pudiera ponerse en contacto con estos niños. La actividad consistía en no enviar nada comprado sino objetos con vida propia, con una trayectoria, con una historia real tras ellos, con un pasado.

El 5 enero se recibió en el CRA el mejor de los regalos: mensajes de audio y vídeo en los que se manifestaba la emoción de las coordinadoras de Valencia al recibir esos mensajes con corazón de los niños de un cole muy pequeño de la provincia de Ávila en la que un equipo docente había tenido una idea sensacional. La exaltación de la comunidad educativa al trasladarlos y la alegría manifestada supuso el mejor de los regalos para una noche mágica.

El 10 de enero ha llegado al cole abulense la primera de las cartas de respuesta. Lucas, un niño de 6 años de Paiporta, ha enviado su mensaje de agradecimiento al alumnado. El comienzo del segundo trimestre no ha podido realizarse con más entusiasmo, porque la historia del carteo solo acaba de comenzar y serán más las cartas intercambiadas y quién sabe si, en un futuro, podrían conocerse en persona.