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Clásico

Avibia, joyas únicas con sello artesanal en Ávila

Conocemos este proyecto familiar que abrió sus puertas en 2018 en la capital abulense

Alejandra y José Lizardo.
Carlos Jiménez
Carlos Jiménez
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En 2018 nacía en Ávila el proyecto del taller de joyería Avibia fruto de "las ganas, la motivación y la vocación" de José Lizardo Díaz Pérez, un artista artesano con más de 40 años de experiencia a sus espalda, un joyero de esos que "se sientan en la mesa y trabaja con sus manos".

En el mes de octubre de aquel año, José Lizardo y sus tres hijas, las hermanas Alejandra, Catalina y Daniela Díaz Osorio, se preguntaron ¿por qué no sacar el taller cara al público? Dicho y hecho. Un local en la calle Soria de la capital abulense fue la ubicación elegida para "dar visibilidad a un taller que hasta el momento siempre había estado en el interior de nuestra casa y ofrecer el servicio de reparación". Se ponía en marcha este proyecto familiar, que en sus primeros meses tuvo "muy buena acogida" entre los vecinos de este barrio de la zona sur de Ávila, algo que "nunca olvidaremos", explica Alejandra.

Para comenzar a crecer, una de las hermanas, Catalina, siguió los pasos de su padre y se formó en la técnica del engaste. Tras acabar su formación en engastado, técnica que consiste en el arte de fijar las piedras preciosas en el metal de las joyas buscando que muestren su máxima belleza, Catalina y José Lizardo comenzaron a compenetrarse en el taller y Alejandra se hizo con las rindas de la atención a los clientes en la tienda.

En junio de este año surgió la "oportunidad ideal" de trasladar el taller de joyería a una céntrica calle, frente a la Muralla, en el casco histórico de la capital abulense. En su nueva ubicación, el proyecto familiar de Avibia sigue dando pasos adelante "con las mismas ganas y la misma ilusión que en 2018".

La reparación de joyas en plata y oro y la hechura, técnica que consiste en hacer una joya desde cero, una nueva pieza que se realiza "a partir de un material que ofrecemos nosotros o con un material de piezas antiguas que traen los clientes para reutilizarlo", son dos de las especialidades más demandadas por el público en este taller de joyería de Ávila. También realizan grabado mecánico en diferentes materiales y solucionan todo tipo de marcaje adaptándose a diferentes aplicaciones como joyería, personalización de objetos, identificación y señalización.

Pero, ¿cómo puede competir un taller joyero tradicional en un mercado globalizado que está dominado por las grandes multinacionales a nivel internacional? Alejandra lo tiene claro: "Hay que ver al cliente como una persona, no como un número, con un trato cercano, con un cara a cara, con un tú a tú". Por ello la trascendencia de tener un establecimiento físico ?para que se nos conozca directamente y nosotros conocer al cliente?.

Pero no es la única clave del éxito de Avibia, donde tienen claro la importancia de "no estandarizar ni ofrecer productos generalizados, sino específicos para los gustos de nuestros clientes", así como "cuidar muchísimo la materia prima con la que trabajamos, que en nuestro caso con todos nacionales" y "no fabricar a destajo, sino pocas unidades para crear esa exclusividad". Y es que, como señalan en su web, "somos artesanos, orfebres, nuestra mejor herramienta las manos ,el amor y dedicación que ponemos en cada una de las elaboraciones que realizamos para ti, somos tu taller de joyería de confianza, donde fabricamos joyas únicas de manera totalmente artesanal".

Trato directo

"Garantizamos una confianza directa, somos trasparentes, nos gusta que nos vean trabajar, que los clientes nos trasladen sus dudas y consultas, que en nuestra casa se sientan como en la suya" es una máxima en el día a día de Avilibia que se traduce en la creación de tendencias en complementos como colgantes, sortijas, pendientes o alianzas de boda.

Y con la vista puesta en un futuro a corto plazo, la familia de Avibia tiene claro su objetivo: "Hay que estar atentos a las modas, por supuesto, pero no dejarnos llevar por toda esa ola, hay que intentar crear con imaginación sin que nos distorsione toda la información que tenemos a nuestro alrededor, que cada uno haga un trabajo interno para crear cosas distintas, cosas diferentes, en definitiva, joyas de calidad".

En cuanto al uso de las nuevas tecnologías en el proceso de fabricación de las joyas, Alejandra considera que "podemos apoyarnos, pero no pueden ser ellas las que fabriquen". "Pueden agilizar algunos procesos, cuando el cliente quiere cosas muy inmediatas, pero nuestra labor principal es no dejar perder este oficio y dar a conocer y enseñar esta labor artesana a los más jóvenes", añade, tras agradecer "la confianza de todas las personas que han apostado por nosotros desde el principio, por un negocio que es diferente, distinguirnos de esta manera no ha sido sencillo, pero si seguimos aquí es porque ha gustado".