Hablar de justicia en el mundo del fútbol nunca es fácil. En otros deportes, como el boxeo, cuando un rival no se impone por KO al adversario, los árbitros tienen la potestad de dar la victoria por puntos al mejor sobre el ring. Pero en el balompié no así. Los 5.500 aficionados que se dieron cita en la tarde de este jueves en el estadio municipal Adolfo Suárez se fueron con la sensación de que hoy no ganó el mejor sobre el césped. Pero muchas veces, el deporte rey es así.

El Rayo Vallecano de Madrid ha dejado en la cuneta al Real Ávila Club de Fútbol en la Copa del Rey. Los madrileños acceden a la tercera ronda del Torneo del KO con un cien por cien de acierto en sus ocasiones. Dos disparos entre los tres palos, dos goles. No pudieron ser más efectivos. Para más crueldad en los de la ciudad amurallada, los tantos llegaron en ese tiempo que se llama la zona Cesarini, en los minutos 94 y 120.

Antes de este cruel desenlace, los abulenses acariciaron con las manos seguir adelante en la Copa del Rey. "Lo normal es que la primera parte hubiera acabado con un 2-0 para el Real Ávila. No fueron mejores ni por ganas ni por ilusión, fueron mejores por juego", reconocía el propio Iñigo Pérez en la rueda de prensa posterior al encuentro.

A los cuatro minutos, Diego Lorenzo firmaba el primer disparo de los locales. Despertaron los visitantes con el susto. En el 16’, Runy ponía el primer huy en la grada con un lanzamiento desde fuera del área que salía rozando el palo. Los locales iban muy en serio.

Un remate de cabeza de Diego Lorenzo se encontraba con el larguero en el ecuador del primer acto. No sólo no se notaban las tres categorías de diferencia entre ambos equipos. David parecía más grande que Goliat.

En el 40', Runy sumaba otra ocasión para el Ávila. Su disparo acababa en córner tras dar en un defensa de los de franja. El encuentro se marchaba al descanso con la sensación de que los encarnados habían podido cerrar el partido y sin noticias de los madrileños en ataque.

La segunda parte comenzó igual que acabó la primera, pero esta vez los de Marc García si acertaron. A los cinco minutos de la reanudación, Runy la ponía desde la esquina y Carlos Pascual la mandaba el balón al fondo de la red con un remate del dentro del área. El capitán llevaba la locura a las gradas del vetusto Adolfo Suárez.

Con el paso de los minutos, resistía el Ávila. Lo intentaba el Rayo con más control del juego que ocasiones. La mejor de los visitantes, un remate dentro del área de De Frutos que se iba al lateral de la red a quince minutos para el final. Respondían los locales con un disparo de Runy que acababa en las manos del portero.

A pesar de los visto durante los 90 minutos sobre el terreno de juego, Isi helaba el Adolfo Suárez con un remate dentro del área que ponía las tablas en el marcador en el 94'. El partido se iba a la prórroga.

Prórroga cruel

En el tiempo extra, los abulenses hicieron un ejercicio de supervivencia defensiva. Incluso lo intententaron en ataque. Gonzalo Serrano remataba a las manos del portero rayista en el 104’. Cuatro minutos depués, Cárdenas sacaba abajo el disparo de Fer Díaz.

Sin apenas fuelle, no dejaba de soñar el Real Ávila. El balón era del Rayo Vallecano sin peligro en el área rival. Cuando todo parecía indicar que la eliminatoria se decidiría en la tanda de penaltis, Álvaro García hacía el segundo de los franjirrojos en el último minuto de la prórroga.

Silencio en el municipal de la capital abulense. La mente de muchos de los presenten tuvieron un deja vu y por momentos pensaron que estaban en el Principe Felipe de Cáceres. Volvía a salir cruz cuando se llegaba a la orilla. Desde hoy, la Copa del Rey le debe una ronda al centenario Real Ávila.