El ministro de Justicia checo, Pavel Blazek, ha dimitido por la polémica donación de unos 40 millones de euros en criptomonedas por parte de un exnarcotraficante, en un escándalo que ahora es investigado por posible blanqueo de capitales.

El Ministerio de Justicia recibió recientemente una donación de más de 468 bitcoins -valorados en torno a 40 millones de euros- de un hombre que cumplió cuatro años de prisión por dirigir uno de los mayores mercados ilegales de drogas del país centroeuropeo en la web profunda, informó este sábado el diario 'Deník N'.

Después de cumplir su condena y ser puesto en libertad, el donante recuperó el acceso a su cartera de criptomonedas en un dispositivo incautado y transfirió parte de su contenido al Estado como una forma de "redención".

El ministerio subastó los activos digitales y destinó los fondos a proyectos públicos, como la mejora de prisiones y la atención a víctimas de delitos.

Blazek, miembro del gobernante Partido Democrático Cívico (ODS, conservador), afirmó que dimitía para no dañar la imagen de la coalición de gobierno, pero recalcó en un mensaje en las redes sociales que no hizo nada ilegal al aceptar la donación.

El primer ministro, el también conservador Petr Fiala, defendió en la red social X que el titular de Justicia actuó "de buena fe", pero calificó la dimisión de decisión "responsable".

Blazek insistió ya antes de su dimisión en que todo se produjo de forma legal, pese a las sospechas más que fundadas de que ese dinero posiblemente proviniera de actividades ilegales. "¿Por qué no puede un condenado donar dinero al Estado como forma de expiación?", dijo días atrás a la prensa. Sin embargo, la Fiscalía inició esta semana una investigación por posible blanqueo.

El escándalo estalló meses antes de las elecciones generales previstas para el 3 y 4 de octubre, con el partido opositor populista ANO liderando las encuestas con más del 30 % de intención de voto, unos 10 puntos por delante de la formación del primer ministro