Blues de la casualidad
Octavo día creciente de la luna de la corteza
Un día nublado tras otro,
en la estación no para ningún tren,
quiero ver,
de una vez,
el cielo azul,
no hay palabras para que las oigas tú.
Caminando, recta la frente,
sin saber a dónde ni quién,
no sé qué espero,
sólo mantengo la fe.
Es un blues,
blues de la casualidad
es un blues,
blues para encontrar,
es un blues,
blues para sonar,
cuando el silencio
es imposible de escuchar.
Tengo al águila volando
más allá de las montañas,
tengo una piedra en el zapato
y hay que desgastarla.
No sé qué espero
sólo mantengo la fe.
Es un blues,
blues de la casualidad,
es un blues,
por un hecho fugaz
no sé qué espero
sólo mantengo la fe:
en mi blues
en el andar
en el viento que me ha de rodar
en mi blues
en el desierto
en el tren que ya ha de llegar
en mi blues
en mi suerte
en lo que nunca ha demostrado fallar
en mi blues
en la vida
en mi blues
de la causalidad
en mi blues
en la vida
en mi blues
de la casualidad.
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